Este verano se esperan temperaturas cercanas a los 40 grados, lo que debe ponerte en alerta ante un posible golpe de calor el cual, debes tener muy bien identificado para no confundirlo con los bochornos normales de la época.
¿Qué es?
El doctor Iñaki Ferrando, director de Comunicación Médica de Sanitas, explica que el golpe de calor afecta principalmente a los ancianos con patologías previas, pues el calor excesivo agrava sus síntomas, mientras que a los niños les afecta debido a que su sistema respiratorio no se ha desarrollado por completo.
“El golpe de calor se presenta cuando la temperatura corporal normal de 37 grados, supera los 40 y el cuerpo es incapaz de eliminar el exceso de calor. Se caracteriza por el fallo de la función de varios órganos internos”, detalla el experto.
Con los bebés hay que tener especial cuidado pues una pérdida de conciencia se puede confundir con la siesta normal.
Identifica los síntomas.
Este trastorno se manifiesta con taquicardia, hipertermia, hipotensión y respiración rápida. Según el médico, en casos más graves, el paciente puede llegar a tener hasta alteración de la conciencia, ansiedad, delirio y hasta coma.
“El golpe de calor no tiene nada que ver ni con los sofocos ni con el bochorno propio del verano. Es un riesgo sanitario a tener muy en cuenta que puede tener consecuencias muy serias”.
Prevenir, antes que lamentar.
El doctor Ferrando ofrece una serie de recomendaciones para que este verano sea sólo sinónimo de diversión, descanso y unas merecidas vacaciones.
¿Qué hacer en caso de un golpe de calor?
Ante los síntomas ya descritos, hay que llevar a la persona que los presente a un lugar fresco y colocarla tumbada con las piernas levantadas para favorecer la circulación de la sangre e iniciar maniobras de refrigeración. Después, hay que humedecer el rostro con una esponja o un paño.
Si la temperatura corporal no desciende, presenta pulsó débil y palidez o se sabe si sufre de enfermedades cardíacas, hay que acudir inmediatamente al médico o a un centro hospitalario.